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El lunes pasado Barack Obama protestó como presidente de Estados Unidos. Cerrando (o ¿abriendo?) un "capítulo histórico de la historia", reza el refrán de moda. En el programa de "encuentros y desencuentros" transmitido a las 17:00 hrs de lunes a viernes por el 690 del AM (la 69), el invitado mencionaba que desde la caída del muro de Berlín acontecimiento alguno había despertado el interés mundial como la llegada a la presidencia de Barack Obama. Daba datos proporcionados por encuestas hechas por diversos medios o entidades, entre ellas la BBC o el NYTimes, sobre del nuevo presidente estadounidense. Algunos de estos instrumentos de medición daban cifras de aceptación del 80%, 78%, 74%, en diferentes países. Justo ese día, más temprano, escuchaba de manera diferida el discurso que dio Obama durante la ceremonia de investidura en el programa de Jacobo Zabludovsky “de 1 a 3”, al fondo de la traducción simultánea se escuchaba la voz del nuevo presidente.
Durante este periodo de elecciones en Estados Unidos, me han preguntado conocidos y amigos mi opinión sobre en su momento candidato y ahora presidente Obama. A pesar de no estar siguiendo las noticias o profundizar sobre el tema, el interés que despertó el primer presidente de mulato (por que no es negro) de Estados Unidos se convirtió en un vendaval mediático. Así pues con ojear los diarios o escuchar (confieso no contar con TV en casa) cualquier programa de noticias o análisis uno encontraba información acerca de este personaje. La verdad es que me sorprendió que ganara la candidatura demócrata a Hillary Clinton, quien sin duda pertenece a un sólido grupo político con probada experiencia, que cuenta con un “lobbie” influyente y eficaz a nivel mundial. A partir de ese momento puse más atención a lo que sucedía con, decía o hacía Mr. Barack. Los spots, los videos, las personas que salieron en su apoyo. Ayer Fausto me informo que de su lema de campaña “yes we can” se hicieron versiones tecno y pop, además de que el recibió una invitación para aceptar como amigo al buen Barack. Antes de escuchar ese fragmento de su discurso en su propia voz, me parecía que la opción que representaba Obama ofrecía un giro en las formas políticas, económicas, sociales y culturales. Que su administración respondería al momento histórico y si bien no dejaría de ser el presidente del país más gandalla del planeta, al menos poseía un perfil más moderado sobre algunos temas que en los últimos tiempos se han radicalizado peligrosamente, lo cual le permitiría fundamentar el punto de apoyo para medidas de mayor alcance que derivaran un sistema diferente de contenidos y formas, dinámicas y criterios, acciones y reacciones, intereses y valores; que haga posible primero detener la aniquilación y deterioro del ecosistema y segundo reconstruir el tejido social.
[…] “It has not been the path for the faint-hearted, for those who prefer leisure over work, or seek only the pleasures of riches and fame”, fue lo que escuché. Olí fascismo en sus palabras. Me pareció que con su prédica, más que discurso, estaba reafirmando la ética protestante que sustenta no sólo gran parte del empuje norteamericano, sino el leit motiv de la época industrializada y el capitalismo: “trabajo duro”. No se puede negar que este modo de producción en un principio, ideología después y pretexto para poner la bota encima hoy en día, nos ha permitido recorrer como especie caminos impensables anteriormente. Es posible volar, almacenar y reproducir música en un aparato de 1x2 pulgadas, por ejemplo, o editar un blog que pueden leer potencialmente personas de todas partes del mundo quienes, y aquí está el detalle, tengan una compu y conexión a internet. El capitalismo ha permitido, a algunos sectores de la sociedad y en algunos países más equitativamente que en otros comodidades y “bienestar”. Sin embargo también ha justificado la depredación de valores, grupos humanos, lenguas, especies y recursos en pro del progreso. Y al tomar en cuenta un criterio cuantitativo para evaluar y ponderar y promover, acciones o políticas o productos deja de lado la contemplación y otras actividades del espíritu que no aumentan la productividad y el profit.
Para no quedarme con la duda y opinar con base en una frase, tal vez desafortunda y fuera de contexto, busqué la transcripción de su discurso y la bajé en español de la edición en línea de La Jornada y en inglés de la correspondiente del NYTimes. Y me encontré que si bien mi primera impresión presentaba cierto sesgo por mi sentimiento (o resentimiento) anti-yanqui, no estaba del todo disparatada en relación con mi criterio para esperar de Barack Obama una alternativa, un cambio. Como lo he mencionado Obama es el presidente de la nación más influyente (dije gandalla) del mundo, algunos incluso hablan de imperialismo. Tiene una agenda que está obligado a atender y que no depende de sus buenas intenciones o deseos más fervorosos de ser buen pedo; lo que limita el espacio vital para incubar de menos el trazo del cambio. Sin embargo Obama no da ninguna señal alentadora y dice: […] “That we are in the midst of crisis is now well understood. Our nation is at war against a far-reaching network of violence and hatred. Our economy is badly weakened, a consequence of greed and irresponsibility on the part of some but also our collective failure to make hard choices and prepare the nation for a new age” No acepta que la guerra la provocaron, financiaron y organizaron ellos y que la promoción de criterios enfocados en la ampliación de la plusvalía por sobre todas las personas, los ecosistemas, las cosas y la ética ha desembocado en esta crisis no sólo económico-financiera sino social, cultural, política y de seguridad, no sólo no lo acepta sino que sostiene: […] “Nor is the question before us whether the market is a force for good or ill. Its power to generate wealth and expand freedom is unmatched” Y, ¿cómo entender? : […] “In reaffirming the greatness of our nation, we understand that greatness is never a given. It must be earned. Our journey has never been one of shortcuts or settling for less” acaso más soldados ¿en dónde? ¿en Tepito?. Recordó algunas de las gestas heroicas que han tenido lugar en la historia de los Estados Unidos y la manera en que han salido triunfantes: […] “Recall that earlier generations faced down fascism and communism not just with missiles and tanks, but with the sturdy alliances and enduring convictions” Espero que al menos no utilicen los tanques contra los pobres y migrantes, ya que no pudieron evitar que sus alianzas y convicciones los incluyeran en la lista de los enemigos públicos junto a los nazis, los soviéticos con todo y bloque oriental y a los terroristas (muy parecidos todos al estereotipo árabe). Alienta un poco que dejé entrever que habrá medidas ambientales pero después las bocinas amplifican: […] “We will not apologize for our way of life nor will we waver in its defense” Y remata: […] “Our spirit is stronger and cannot be broken. You cannot outlast us, and we will defeat you". No será muy diferente pues que los Estados Unidos, no el país sino sus habitantes con su espíritu inquebrantable y que siguen su ya famoso (north)american way of life, seguirán siendo los mayores emisores de todo aquello que contribuye, entre otras cosas al calentamiento global. Y si no nos gusta, no dudaran en defenderlo y ponernos en la madre. Y sin decir nombres, aunque hay analistas que le han puesto nombre y apellido a estos pelafustanes: Hugo Chávez, Fidel Castro entre otros, advirtió a algunos líderes sobre su papel histórico; aunque prometió echarles la mano si le bajan de huevos. Leyendo los párrafos del discurso relacionados a este tema, me queda la duda de si los líderes a los que se refiere son realmente los que todo el mundo sostiene o si los dedica uno a George W. Bush, presidente saliente: […] “To those leaders around the globe who seek to sow conflict or blame their society's ills on the West, know that your people will judge you on what you can build, not what you destroy”. Y el otro a Felipe Calderón, presidente del país vecino: […] “To those who cling to power through corruption and deceit and the silencing of dissent, know that you are on the wrong side of history”.
Es claro que Obama recien inicia su mandato como para satanizarlo, sin embargo también es prudente como espectador y tal vez afectado por las decisiones y acciones que lleve a cabo Obama durante su mandato, que él no es el Rey Mago Baltazar, ni tampoco cuenta con superpoderes, como a algunos les han hecho creer. Además revisando escuetamente su biografía, Obama se ha formado en los centros de educación que han promovido y sustentado (o justificado) esta manera de tomar decisiones. Tiene a su favor todas las pifias y errores de su antecesor los cual infla de manera peligrosa su popularidad, pero le da un capital político amplio y buen margen de error, lo cual puede permitir que se arriesgue un poco más de lo esperado en temas urgentes y neurálgicos, lo cual muchos esperamos. Que el espíritu de Fox no lo posea. Ha probado un manejo y conocimiento del timing político, ojala que no troque en oportunismo. Cuenta con una oratoria brillante. El momento coyuntural le ofrece grandes ventajas, pero también una tentación no ajena a la naturaleza humana que tiene que ver con el poder y su ejercicio. Hitler llegó en una etapa de crisis profunda con el apoyo de muchos sectores seducidos por las promesas lanzadas en convincentes discursos, con una república democrática débil e incapaz de dar soluciones. Hitler logro sacar al país de la crisis y darle forma al sistema de seguridad social del cual gozó Alemania hasta la llegada del paradigma neoliberal. No pretendo comparar a Obama con Hitler, sin embargo hay que ver las condiciones actuales y revisar las lecciones de la historia, de menos para no sorprendernos o decepcionarnos.
Y “haiga sido como haiga sido” y como sea que sean las cosas Obama es el presidente de los Estados Unidos y lo será durante 4 años mínimo. Ojala que cuando dijo: […] “we carried forth that great gift of freedom and delivered it safely to future generations” haya, al menos inconcientemente, incluído a todo el mundo.